¡Tenemos que estar tan agradecidos de vivir en una época en la que construir una marca personal exitosa que nos ayude a conseguir nuestras metas ya no es privilegio de las celebrities! Gracias a Internet y las redes y medios sociales (los social media), todos y cada uno de nosotros podemos configurar una marca personal con la que transmitir nuestro estilo, idiosincrasia, capacidades, habilidades, valores y potencial humano. ¡Risto Mejide no es el único!
En los 10 años desde que comencé a interesarme por el mundo del personal branding, he tenido la suerte de poder comprobar de primera mano el éxito de marcas personales de artistas, políticos, ejecutivos, coaches, profesionales digitales, deportistas… y en general, de hombres y mujeres que la han utilizado estratégicamente y han establecido lo que Dan Schawbel denominó en el libro homónimo su ‘Yo 2.0‘. Un ‘Yo 2.0’ que por supuesto es perfectamente coherente y está alineado con su imagen offline.
Más allá de ser testigo de la valía indudable y las ventajas que ofrece la marca personal, he participado como agente en la configuración y desarrollo de la marca personal de cientos de personas a ambos lados del Atlántico. De esa experiencia han surgido de manera diáfana cuatro principios que se repiten una y otra vez en toda marca exitosa. Puedo asegurar que nunca he conocido una marca personal que funcione que no los cumpla.

Los cuatro principios de éxito de la marca personal
Todos somos conscientes de que nuestra presencia online genera la archi-conocida huella digital. ¡Lo quieras o no, tu participación en Internet y las redes sociales deja huella! ¿Cómo asegurarnos de que tomamos las riendas de la misma para que nos ayude a transmitir lo mejor de nosotros mismos y atraer a las personas y oportunidades que más nos pueden ayudar a conseguir nuestros objetivos?
Principio 1: Configurar una imagen atractiva y atrayente
La primera cuestión que hemos de dejar clara: ¿atractiva y atrayente para quién? Obviamente no solo para ti, sino primordialmente para tu público objetivo o target.
Dentro de este primer principio se engloban aspectos clave tales como tu fotografía, la adecuación estética y comunicativa de tus redes sociales y web si la tienes, el copywriting de las mismas (sobre todo en tus perfiles) y otros en el online. En el offline o mundo físico, estamos hablando de elementos como tus tarjetas de visita, tu look profesional, tu CV si estás buscando empleo, etc.
Este principio te anima a tomar las riendas de tu marca personal, empezar a pensar estratégicamente y presentarte de la mejor manera posible. Recuerda que el branding se define por la diferenciación, y de que diferenciarte de los demás es clave para que destaques entre los muchos perfiles similares que existen.
Principio 2: Establecer tu credibilidad
La credibilidad es la moneda de cambio de la marca personal. Resumiendo, podríamos decir que cuanta más credibilidad generes más posibilidades tendrás de ser tomado en serio de entre tus competidores directos e indirectos. Por el contrario, todo aquello que mine tu credibilidad es inherentemente negativo y disminuye tus chances de éxito.
¿Cómo generamos credibilidad? Hay diversas maneras, pero algunos elementos que siempre coinciden son:
- Cosechando y utilizando las recomendaciones que los demás (nuestros profesores, compañeros, clientes y otros/as) hacen sobre nosotros (para este fin, LinkedIn es sin duda la red ideal).
- Mostrando aspectos de nuestro CV que en ocasiones se suelen ignorar, como la lista de clientes para los que hemos trabajado, nuestras destrezas y logros, centros de prestigio en los que nos hemos formado, etc.
- Con un aspecto o look que refuerce nuestros mensajes de marca y vaya acorde a las expectativas de nuestro público objetivo (si buscas trabajo, éste lo constituyen los empresarios, las directivas de recursos humanos o RRHH de las empresas, etc.).
- Siendo creativos e innovando sobre lo que hacen el resto de personas
Principio 3: Generar entusiasmo en torno a ti mismo y a tus proyectos
Tu huella digital es también una huella energética. Recuerda que, tras Einstein, sabemos que todo lo que existe en el Universo es energía condensada o no de una forma u otra. Las ideas y pensamientos también son una forma de energía que atrae y repele otras energías, y tu marca personal es una concentración en el medio online y en el offline de toda la energía que tú desprendes.
¿Quién debería ser tu principal fuente de entusiasmo?¡Lógicamente tú mismo/a! ¿Por qué deberían los demás entusiasmarse con respecto a tu branding si tú eres el primero que no lo estás? Si transmites aburrimiento, limitaciones, miedo… esa es precisamente la energía y el tipo de personas a las que vas a atraer (por cierto, si mientes en los canales de comunicación de tu marca, ¡adivina qué tipo de energía tan negativa y qué personas vas a atraer como un imán!).
Principio 4: Ganar contactos estratégicos (o practicar el networking)
El contar con una masa crítica de seguidores en nuestras diferentes redes sociales es sin duda un aspecto positivo en el medio online, mayormente porque nos ayuda a conseguir el Principio 2 y nos da credibilidad. Sin embargo, de entre tus seguidores presentes y potenciales hay un número determinado que pueden resultar de una importancia capital para que consigas ese trabajo, esa oportunidad o esos clientes que buscas.
¿Quiénes son aquellos que más te pueden ayudar a conseguir tus objetivos? Si no la tienes ya, deberías crear una lista actualizada de los perfiles de esas personas (o empresas) y practicar desde ahora mismo un networking selectivo tanto online como offline. Cada contacto potencial que estableces es una cornucopia de nuevas posibilidades que se te abre de beneficiaros mutuamente (recuerda que si estás parado/a, la forma en la que puedes beneficiar a esa empresa o directiva de RRHH es precisamente mediante tu trabajo).
Un proceso vital
La aplicación de estos cuatro principios es imprescindible para el éxito y mejora cuando la implementamos de una forma consciente. Habiendo comprobado de primera mano los múltiples beneficios que genera una marca personal ganadora, te puedo asegurar que merece la pena todo el tiempo y esfuerzo (y, en ocasiones, dinero) que emplees en ella.
Por último, no olvides que la marca personal es algo vivo y por lo tanto un proceso continuo: habrá que irla adecuando y actualizando según cambian las circunstancias de nuestras vidas. Como profesor de programas Máster, a menudo me encuentro con personas que están precisamente en ese punto de transición de ser estudiantes de posgrado a convertirse en emprendedores, profesionales y/o trabajadores exitosos. Y su marca debe acompañarlos en ese camino.
Te animo – desde la mejor a emplear estos principios de forma deliberada y determinada, así como a dedicar a tu marca personal el tiempo y los recursos que necesita. No se merece menos.
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